viernes, 27 de noviembre de 2009

TIM ROSE - MORNING DEW (1967)

¿Donde demonios se habia metido este disco toda mi vida?. En serio, por mucho que uno crea que le queda poco por descubrir, a veces sorprende lo que te puedes encontrar si cavas un poco más hondo y a la vez te preguntas cómo la historia del pop ha podido olvidar discos como este, que rarisima vez se mencionan en libros, revistas o incluso blogs de frikis como este.


Timothy Alan Patrick Rose (23 de septiembre de 1940-24 de septiembrede 2002) era un tipo de Washington DC que se dedicó al circuíto folk de ese área y de la de San Francisco, y que tuvo su primer éxito a través de una versión del archi-conocido "Hey Joe", que por entonces grababa todo bicho viviente, pero en una versión más lenta y densa de lo común. Ese éxito fue seguido por otro aún mayor con "Morning Dew", una canción de la cantante canadiense Bonnie Dobson a la que Rose supo imprimir su sello personal convirtiendo una canción de folk cándido en un single mucho más aguerrido y orquestado, con un sentimiento muy cercano al rock. Ese sonido es el que impera en este su primer disco, titulado igual que esa canción, y que es toda una lección de cómo mear contra el viento: en pleno verano del amor y las flores vemos un tipo en la portada con pinta de macarra roqueta patibulario, fumando un puro y con mirada desafiante, cuyas canciones rondan al desamor, el más puro odio o el asesinato: "vienen a apresarme, dicen que me tendrán ahí sentado el resto de mi vida, pero no me importa, me cargué a mi mujer y no puedo recordar el porqué". Toma ya! ahora que vengan los hippies y me hablen de paz y amor. Esa letra pertenece a "Long time man" una murder ballad en toda regla, de la cual realizó Nick Cave una mayúscula versión en su disco "Your funeral...my trial". Este es el tono que se mantiene en todo el disco, de sonoridad barroca y densa, presidida por la adusta voz de Rose, que parece escupir las palabras. Normalmente las canciones van de la calma a la tempestad, con inicio desnudo a la guitarra para terminar con toda una fanfarria orquestal, lo cual dota a este trabajo de una dimensión mucho más profunda de lo que era habitual en la época. Cada canción respira por sí misma. Además de los clásicos "Hey Joe" o la imperecedera "Morning dew" encontramos auténticas joyas, como la inicial y también tremebunda "I got loniness", con unos coros que quitan la respiración, la más rockera "I've gotta do things my way" o la asombrosa "you're slipping away from me".


Lo dicho: ¿donde se había metido este disco toda mi vida?








martes, 17 de noviembre de 2009

THE SMITHS - MEAT IS MURDER (1985)

El segundo Lp oficial de los Smiths (no contamos la recopilación de rarezas "Hatful of Hollow") es su primer gran triunfo . Un disco producido por ellos mismos, con ayuda del habitual ingeniero de sonido, Stephen Street, con un sonido mucho más elaborado que su predecesor ("The Smiths") y que cuenta con una variedad de texturas que a partir de este momento sería la marca de la casa. La portada, sacada del documental "The year of the pig" sustituye en los cuatro fotogramas idénticos reproducidos la frase original del casco del soldado (make love not war) por el mensaje que Morrissey quería transmitir: "la carne es un asesinato", todo un alegato al vegetarianismo, que no es la única de las proclamas tanto políticas como morales que se van sucediendo por todo el disco.
El album juega con toda la paleta de influencias de Marr y Morrissey: rockabilly en "Nowhere fast", rock rabioso en "What she said", ritmos negroides cuasi-funk en "Barbarism begins at home" (con una linea de bajo que quita el hipo, ¡viva Andy Rourke!), glam en "Rusholme ruffians", pop bailable en la inicial "The headmaster ritual" que abunda en una de las obsesiones de Mozzer, la "mala" educación inglesa. También encontramos momentos más relajados musicalmente, que no líricamente, como el single "That joke isn't funny anymore" o la maravilla "Well I wonder", para acabar con la odisea psicodélica que da título al disco, con sus sonidos de vacas y carneros degollados de fondo.
En resumen, primera obra maestra de uno de los grupos esenciales del pop inglés y su único número uno en listas, que si se compra en edición americana es mejor aún, pues gracias a su éxito en las pistas de baile estadounidenses se incluyó el single "How soon is now", piedra angular del repertorio de la banda.

miércoles, 14 de octubre de 2009

CATERINA CASELLI - NESSUNO MI PUO GIUDICARE (1967)


Escuchando el otro día al bueno de Juan de Pablos, me encontré con una de esas que el llama "mis chicas favoritas": Caterina Castelli, actriz y cantante a la que se llamaba "casco d'oro" debido a su pelo rubio cortado a lo garçon (muy al estilo mod), bastante famosa en la Italia de los 60 gracias a sus peliculas y a apariciones en el festival de San Remo, y sobre todo a un estilo alejado del tópico mojigato y recatado de chica ye-yé, gracias a una voz e imagen arrogante y bravucona que perfectamente podía lidiar con cualquiera de los dos rockers oficiales de la epoca en su pais -Rita Pavone o Adriano Celentano- y salir airosa. Su sonido flotaba entre la elegancia de un primerizo Scott Walker o la Dusty Springfield más diva y el rhythm and blues beatnick, a rebufo de la invasión británica y su respuesta americana combinadas con alguna que otra pincelada de saturación fuzz.

Tras rastrear algo su discografía clásica me quedo con esta pequeña recopilación, aparecida en el 87, que contiene sus éxitos más esenciales, sobretodo la que le da título, "Nessuno mi puo giudicare", toda una declaración de principios, y la no menos enorme "L'uomo d'oro". El resto no tiene desperdicio, entre originales como las dramáticas "Perdono" o "Cantastorie", la dylaniana "Per fare un Uomo" o la epopeya psicodélica "Incubo N4", encontramos las obligatorias versiones de clásicos anglosajones, interpretadas con un ímpetu que hace que hasta superen a su original. Lecturas explosivas de "Paint it black" (Tutto nero), de los Stones, "Standing in the shadows of love" (L'ombra di nessuno), de los Four tops, "The sun ain't gonna shine anymore" (Il sole non tramonterá), de los Walker Brothers, su célebre version del "I'm a believer" de los Monkees (sono bugiarda), uno de sus mayores éxitos y sobre todo una increiblemente incendiaria revisión del "Baby please don't go", de Big Joe Williams (via Them), que aquí titula como "Sono qui con voi", hacen de este un disco sobresaliente como testimonio del pop sixties italiano, que trajo cosas muy, muy dignas de descubrir, como esta.

Para escucharlo en spotify

lunes, 28 de septiembre de 2009

THE JAM - ALL MOD CONS (1978)



Este es el disco que supone para Paul Weller el abandono de la inocencia y aprendizaje punk para reencontrarse con sus influencias sixties, más acordes con la incipiente nueva ola. Una obra de madurez con la mirada fija en Ray Davies y sus Kinks, a los que homenajean en el disco. El costumbrismo inglés se convierte en protagonista de la mayoría de las canciones y, si bien no pierden energía y urgencia, la sensibilidad empieza a aparecer en muchos de los cortes.
No en vano en muchas ocasiones Weller ha sido llamado "la voz de una generación". Sus retratos de gente sencilla y proletaria son exactos y concretos. Cualquiera puede identificarse con sus personajes. Los sueños de gloria de "To be someone" o la misma "David Watts", la alienación de la multitud en "In the crowd", el escapismo de "The place I love", el personaje gris de "Mr. Clean" o la lucha callejera de "A Bomb in Wardour street". Además, la gran novedad de esta obra la encontramos en que, tras dos discos de trallazos punk sin concesiones, en este, el tercero de su carrera, son capaces de romper con esa filosofía hasta el punto de hacer dos canciones delicadas e intimistas como la magnífica "English Rose" o el medio tiempo "Fly".
"All mod cons" es también el disco con el que finalmente los Jam comenzaron a cosechar un éxito real en Gran Bretaña, preludio de la locura que vendría después, sobre todo gracias al excelso single "Down in the tube station at midnight", un relato sobre el asalto en la boca del metro a un hombre normal y corriente que quiere llegar a casa con su mujer.
Historias complejas de gente sencilla que quedan ahí como uno de los discos más necesarios de pop británico y obra cumbre de su creador, que comenzó su ascenso a las alturas como uno de los mejores escritores de canciones de su generación.

domingo, 27 de septiembre de 2009

YOUNG FRESH FELLOWS - I DON'T THINK THIS IS (2009)

Han vuelto. Que espléndidas noticias. Tan entrañables, tan divertidos y tan necesarios como siempre. Parece que no hayan pasado 8 años desde la última vez que vinieron a tocar por aquí. Fue uno de los conciertos más divertidos que recuerdo. Todo el mundo acabó agotado y feliz, por haber visto una de las manifestaciones de rock and roll más sinceras y grandiosas que se puedan presenciar.

Este año vuelven de nuevo. Y no hay que perdérselos por nada del mundo. Además de que siguen en buenísima forma para tocar, se da la circunstancia de que tienen nuevo disco calentito, que se hace llamar "I don't think this is The Young Fresh Fellows" y que es pero que muy muy bueno, como cualquiera de los anteriores.

Scott McAugley (quinto R.E.M. y miembro de Minus 5), junto con sus viejos colegas de Seattle nos regala aquí lo que mejor se le da: un disco de pop sin pretensiones, para divertirse, pasar el rato y que el que lo escuche lo pase mejor aún. Como siempre, hacen de la variedad un traje a medida y encontramos de todo: desde el power pop que más les caracteriza en "The guilty ones", "lamp industries" o el trallazo "New day I hate", siguiendo con algo de psicodelia con guitarras byrds en "betty let the good times roll", toda una tonada garagera al más puro estilo nuggets o la más reposada "Never turning back again". El rock and roll gamberro y marrullero por supuesto se adueña del disco con la grandísima y surfera "go, blue angels go", "shake your magazines", "after suicide" o el tributo a Barcelona que es "suck machine crater". Hasta tienen tiempo de ponerse algo tiernos con las bonitas "Used to think all things could happen" o "If you believe in Cleveland" e incluso marcianos con la final "Ballad of the bootleg".

Podríamos decir que estamos ante uno de sus discos más redondos, sin fisuras y diversión por un tubo, que es para lo que están. Nada ha cambiado y no puedo esperar para comprobarlo en directo. El 22 de octubre están en Valencia. Yo no me los pienso perder y si tú lo haces, harás mal.

Han vuelto. Que noticia más cojonuda.

jueves, 10 de septiembre de 2009

YO LA TENGO- "POPULAR SONGS" (2009)

Yo la tengo actualmente juegan en otra categoría. La categoría de los maestros. Tienen tan asimilado lo que supone la factura de un album de pop que cada lanzamiento es una lección magistral de cómo acometer dicha tarea. Llevan muchos años sin sacar nada siquiera regular. Este "Popular songs" es otra muestra de ello, llegando incluso a superar lo anterior.

Producido, como siempre, por Roger Mountenot y con portada magnífica, el disco se mueve cómodamente por mil géneros distintos, que en principio no relacionaríamos con una banda como la que forman los Kaplan y James McNew. Igual les da comenzar con psicodelia efervescente con cuerdas que recuerdan a aquellas que arreglaba Jean Claude Vannier para Gainsbourg ("Here to fall"), que darle al pop más endulcorado que se les haya escuchado nunca en "Avalon or someone very similar" o la maravillosa "When it's dark". Tambien les da lo mismo emprenderla con el soul al más puro estilo motown (el más claro single, "If it's true") o en la onda de la sureña Stax en "Periodically double or triple". Y, por supuesto, tampoco podían faltar las melodias marca de la casa: version tranquila en "All your secrets" o "By two's" y versión guitarrera en la reventona "nothing to hide".

La novedad en esta ocasión es que el disco cuenta con dos partes diferenciadas que nos hacen pensar en un disco doble de vinilo. La primera, o primer disco, sería de la que hemos hablado ya, mucho más pop y digerible. El segundo disco, mas experimental, consta de tres canciones largas, que muestran a un grupo que aún, después de tantos años, sigue buscándose en el local de ensayo, probando texturas y sorprendiendo con su compenetración. La primera, de tono muy lírico, se titula "More stars than there are in heaven", y es una de las canciones más bellas que jamás hayan escrito, tanto por la intensidad a la que llegan las guitarras como por la comunión de las voces de los tres. La segunda , "The fireside", es de tono también tranquilo y de atmósfera contemplativa, muy nocturna; y para terminar, por supuesto, no podía faltar la la tormenta guitarrera con "The glitter is gone", canción de 16 minutos que transporta al espacio exterior con algo así como una mezcla de Neil Young con los Stone Roses.

Hacía tiempo que un disco no me dejaba tan saciado como este. Yo la tengo son necesarios. Son imprescindibles porque nos recuerdan que una vez existió algo más alla de las discográficas, el glamour o las posturitas que se llamaba honestidad y amor por la música. YO AMO A YO LA TENGO (voy a hacerme una camiseta con esta frase)


martes, 8 de septiembre de 2009

DEL SHANNON - "HOME AND AWAY" (2006-1967)


Este es el "Smile" particular de Del Shannon. Su disco perdido. Una delicia que incomprensiblemente se archivó por decisión de la discográfica y que hace un par de años se editó como disco para el asombro de muchos, entre los que me encuentro, para los que ha pasado a ser una de las grandes joyas ocultas del pop.
Corría 1967. En plena era psicodélica Del Shannon había pasado a ser un eco del pasado, del que ya casi ni siquiera se recordaba aquel mega-clásico que fue "Runaway". Se imponía un cambio de imagen y una actualización de estilo y quién mejor que Andrew Loog Oldham, manager , productor de los Stones y personaje inquieto donde los haya, que puso manos a la obra en la producción una colección de canciones al mas puro estilo "sunshine pop" con majestuosas orquestaciones y delicadas armonías compuestas tanto por nuestro protagonista (la magnífica "Silently") como por lo mas granado de la factoría de Inmediate Records, propiedad de Oldham, entre los que encontramos a Billy Nichols, del que ya comentamos aquí su magistral "Would you believe", y que colabora con "Cut and Home again" y "Friendly with you", de lo mejorcito junto con joyas como "Mind over mather" o "Easy to say".
No salgo de mi asombro al pensar que semejante maravilla haya estado 40 años criando polvo en un cajon. A partir de este fracaso, y hasta su muerte en 1990, la carrera de Del Shannon se hundió en picado. Esto podría haber supuesto remontar el vuelo. Vete tú a saber porqué no le dejaron.

lunes, 13 de julio de 2009

GOSSIP- MUSIC FOR MEN (2009)



Beth Ditto es una cantante que convierte todo lo que toca en algo intenso, plástico y arrebatador. Partiendo de esta premisa, los autores del aclamado por crítca y público "Standing in the way of control" saltan de la independencia a una multinacional como Columbia (LA multinacional) y, consecuentemente con ello, comienzan a dar a la gente lo que quiere: hits.
Les arropa un presupuesto de lujo y la dirección del productor de productores: el todopoderosos Rick Rubin, el mismo que consiguió resucitar a Johnny Cash y Neil Diamond, que se pone a los controles en un disco que, pese a que no está recibiendo críticas demasiado amables por parte de las cabezas pensantes? de la modernidad, a mi me ha dejado de todo menos indiferente.
La musica de baile es para bailar y para eso lo mejor es que las canciones tengan gancho. Me da igual que antes fueran más rockeros, garageros y peligrosos. Aquí hay temazos, y muchos. Con el sonido pulido que las canciones necesitan respirar para ser un éxito, este es el momento que Gossip se encaramen a la cima de las listas, sobre todo con rompepistas como "Heavy Cross" o "Pop goes the world" o trallazos de los que dejan sin aliento : como ejemplo "8th wonder" o "2012"-, que directamente encumbran esta como la mejor colección de canciones bailables del año (con permiso de Yeah Yeah Yeahs), refrescante y veraniega como pocas.

viernes, 26 de junio de 2009

BILL CALLAHAN - SOMETIMES I WISH WE WERE AN EAGLE (2009)



Este es el segundo disco en el que Bill Callahan -antes conocido como SMOG- utiliza su propio nombre como distintivo artístico. No se muy bien las razones que ha tenido para abandonar su anterior apelativo y tampoco parece que su musica haya experimentado un tremendo cambio. Supongo que será cuestión de puntazos.
En este trabajo de título y portada desconcertantes, realmente no hay nada que no pudieramos encontrar en alguno de los mejores discos editados en el formato SMOG, como "Dongs of Sevotion", "Knock, Knock" o "Supper", pero por lo que sea ha conseguido llamar mi atención, y mucho. Tanto, que no he parado de oirlo desde hace un par de semanas y eso en la era mp3 de la descarga contínua es mucha atención.
Si bien la fórmula que Callahan utiliza para hacer canciones es relativamente simple, basada en ruedas de pocos acordes y su opaca voz sobrevolándolo todo, es en los arreglos donde este disco alcanza el sobresaliente, llevando a esas canciones a un estado de iluminación que sólo Van Morrison en sus momentos más brillantes ha logrado alcanzar. La intensidad reina en todos los surcos: Bill sabe ser oscuro sin caer en la antipatía, ser tremendo sin dejar de ser luminoso y lo mejor de todo es que lo hace con la naturalidad del que tiene su propio libro de estilo aprendido, aunque sabiendo sacarle el jugo suficiente como para no caer en la autoparodia. Es en definitiva, uno de esos discos que ganan escuchándolos de principio a fin, con tranquilidad. No hay que esperar grandes ganchos ni mucha accesibilidad, pero estas canciones acaban por hacerse un hueco en tu cabeza con relativa facilidad y sin saber muy bien porqué. Un discazo para disfrutar en las calurosas tardes del verano mientras se piensa en las musarañas.

jueves, 25 de junio de 2009

ROY ORBISON - THE ORBISON WAY (1966)


La época MGM de Roy se ha visto injustamente eclipsada por la previa en Monument Records, compañía con la que produjo la mayoría de los éxitos que le hicieron famoso. Sin embargo, esta tercera fase de su carrera (a la de Monument hay que añadir la previa en Sun Records) es mi favorita. Se trata de su momento más sixties y en el que el tándem compositivo formado con Bill Dees llegó a una cota más alta. Los discos ya no se formaban de dos o tres singles mayúsculos y unas cuantas versiones para hacer bulto, sino que tenían una intención de formar un todo completo y "The Orbison Way" puede considerarse el pico de ese ánimo creativo. Una colección de canciones dramáticas y elegantes como sólo Roy podía escribir y cantar, tanto en compañía de la grandísima banda que tenía por aquel entonces, los Candy men, como arropado por arreglos orquestales suntuosamente ejecutados.
El manierismo barroco está presente en toda esta obra, mucho más acorde con su tiempo de lo que parece. Roy no era para nada una vieja gloria de la los tiempos dorados de la musica teen. El sonido y cohesión que respira el disco así lo demuestra, pudiendo medirse en calidad con cualquier producción de ese año. Lamentablemente, grupos como los Beatles, Byrds, Beach Boys etc. empezaban a explorar nuevas facetas del pop para las que nuestro protagonista no estaba preparado y no pudo brillar como merecía. El gusto de la gente cambiaba y ya no se necesitaban los melodramas sentimentales que ofrecía nuestro hombre en sus canciones. La era de la psicodelia comenzaba y la época de las vacas sagradas del pop había pasado.
Sin embargo, nos encontramos ante una joya atemporal: cualquiera de los dos mayúsculos singles que contiene el disco, "Crawling back"- que lo abre- y la bailable "Breaking up is breaking my heart", un uptempo beat que quita el hipo, merecían mucha mejor suerte de la que tuvieron en los charts y el resto no iban a la zaga: las delicadas "Time changes everything", "This is my land" o la final "Why hurt the one who loves you", con esa voz acariciante; las piezas más pop como "It ain't no big thing" o la grandiosa "Maybe" o incluso los momentos de sonoridad más exótica como"Go away" o " the loner", conviven a la perfección en un disco absolutamente magistral que podría considerarse la cumbre creativa del gran "O", aunque casi ninguna de sus canciones aparezca en las típicas recopilaciones al uso. Merece la pena oirlo e incluso conseguirlo en vinilo aunque sea difícil, sobretodo por la preciosa portada.

martes, 16 de junio de 2009

NEIL YOUNG - ON THE BEACH (1974)



Lo que se esperaba de él tras alcanzar el éxito masivo con Harvest, era que sacara un disco en directo de la gira y la compañía de discos siguiera haciendo caja. Como buen caballo loco, nada más lejos de la intención de nuestro protagonista. Primero, se desmarcó con un "Time fades away" en directo, si, pero de bajón a más no poder y nada digerible. Tras ello, graba casi simultáneamente los dos discos que completan su personal trilogía de la depresión, el primero de los cuales es el que nos ocupa.
On the beach es un disco que, si bien en su día fue calificado por los criticos como "una decepción", hoy en dia se ha justamente reivindicado, llegando incluso algunos a considerarlo como su mejor obra. Al igual que su sucesor, "Tonight's the night", cuenta con una cohesión, tanto en temáticas como en sonido, arrolladora que hace el aire irrespirable mientras se escucha. El estado anímico en que fue grabado, con Neil y sus músicos atiborrados de drogas (tomaban una mezcla de marihuana y miel llamada Honey slide que dicen que es peor que la heroina) y de muy mal rollo, inunda unas canciones intensas, llenas de bilis y desesperación.
El disco se abre con la única canción que podría considerarse comercial, un "Walk on" que carga contra los críticos que se cebaban con él y con su música. Tras ello, los pasajes eléctricos se raentizan y se vuelven espesos ("vampire blues", "revolution blues") y se mezclan con los acústicos con curiosa comunión. La preciosa "Motion pictures", la sublime y larga "Ambulance blues", pieza capital del disco, la triste canción que lo titula, o esa perla de pop nublado llamada "see the sky about to rain", colocada al principio del disco para que se anticipe la tormenta que esta por llegar... no sé, cuesta mucho digerirlo, pero cuando se consigue es un disco que atrapa como pocos del de Ontario. Una maravilla que yo pondría en lo alto de su producción.

viernes, 5 de junio de 2009

NEIL YOUNG - "EVERYBODY KNOWS THIS IS NOWHERE" (1969)

De portada asombrosamente bonita, "Everybody knows this is nowhere" supone el encuentro de Mr. Young con su banda definitiva: los Crazy Horse. Banda de bar, inicialmente llamada The Rockets a la que Neil rebautizó con el nombre del gran jefe indio para convertirla en uno de los combos de rock más salvajes y desbocados jamás conocidos. Su sonido es como una apisonadora y sobre un escenario, aún hoy, son temibles llegando a cotas de éxtasis eléctrico inimaginables para el resto de mortales. Aquí se portan como campeones en cabalgadas como "Down by the river" o "Cowgirl in the sand", largas y angostas, dos clásicos obligatorios en el repertorio del canadiense. Tampoco son mancas "Cinnamon girl", uno de los singles más perfectos de la carrera de Young, ni "Everybody knows this is nowhere", con ese sonido de country electrificado tan marca de la casa. Junto a tanta tormenta de guitarras, destacan dos momentos delicados: la delicia "Round and round" y la campestre, acorde con la portada, "The loosing end".

Un disco corto en canciones y minutaje, pero laaaaargo en intensidad. Esencial.

martes, 2 de junio de 2009

NEIL YOUNG - "HARVEST" (1972)

Grabado a caballo entre Nashville, Londres y su rancho, este es el disco que supuso la confirmación definitiva de Neil Young como artista en solitario, ya pasadas las experiencias en Buffalo Springfield y CSN&Y, que le encumbró como éxito de ventas, gracias al hit "Heart of gold". Un trabajo predominantemente acústico y con tintes tradicionales en el que sobresale lo romántico en contraposición a la dureza de algunas de las letras de sus entregas anteriores.

Rodeado de músicos y voces excepcionales (Tim Drummond, Ben Keith, Jack Nieztsche, James Taylor, Linda Ronstadt o sus ex-compañeros CS&N), Young logra en este trabajo sonar más fresco y campestre que nunca. Es un disco sobre todo amable en el que brillan las canciones radiables: la melancólica "Out on the weekend", que abre el disco, la archiconocida "Heart of Gold", "Old man" o la que titula el disco, junto a piezas tremendamente melodramáticas orquestadas y arregladas por el genio Jack Nieztsche ("There's a world" y "A man needs a maid"), así como algún que otro arranque eléctrico como "Alabama", canción que arrancó de los Lynnyrd Skynnyrd aquel "Sweet home Alabama" como respuesta a las críticas al sur aquí vertidas. Sin embargo, la canción que brilla sobre todas las demás, pieza fundamental de todos los directos del hombre de Ontario, es la dedicada a su amigo y compañero de fatigas en los Crazy Horse, Danny Whitten, muerto de sobredosis un año antes. El título lo dice todo: la aguja y el daño hecho ("The needle and the damage done"); todo un alegato contra la droga de una tristeza infinita. La voz de Neil parece que se vaya a romper y el trabajo con la guitarra, sin más acompañamiento, es uno de los mejores de su autor.

Harvest es seguramente el disco más vendido de Neil Young y mucho se ha escrito sobre él. No seré yo el que que eche por tierra sus bondades, sin embargo no lo veo como la piedra angular de su obra. Es muy importante, eso si, y cuenta con canciones absolutamente mayúsculas, pero veo muy superiores otros discos como "After the gold rush", "Zuma" o la supuesta segunda parte de este "Harvest Moon". No obstante, escucharlo es un deber, como ocurre con una buena parte de su discografía.

NEIL YOUNG - "HARVEST MOON" (1992)


Esta maravilla de sonido cristalino fue grabada con la intención de ser la segunda parte del archifamoso "Harvest", grabado 20 años antes, disco que supuso para Neil el inicio de la fama y reconocimiento internacionales. En esta ocasión, aquello de "segudas partes nunca fueron buenas" está totalmente de sobra. Las 10 canciones aquí incluidas constituyen un conjunto tan o más cohesionado que el original de 1972 y cuentan casi exactamente con el mismo equipo de grabación: los Stray Gators a los instrumentos y los coros angelicales de Nicolette Larsson, Linda Ronstadt o James Taylor. Desde el inicio con la alucinante "Unknown legend" el disco te coge suavemente de la mano y no te suelta hasta el final. A golpe de tonalidades delicadas y luminosas el disco saca al Neil Young más romántico con prodigios como "From Hank to Hendrix", "Harvest Moon", "Dreaming man", la soberbiamente orquestada por Jack Nieztsche "Such a woman" o el alegato ecologista final de "Natural Beauty", una especie de segunda parte del "Mother earth" de su anterior disco, grabada en directo acústico en solitario y de una belleza quebradiza, como el resto de este mayúsculo disco, obra de madurez como pocas, que realmente quita el sentido.



Realmente bonito.

miércoles, 27 de mayo de 2009

BILLY NICHOLS - "WOULD YOU BELIEVE" (1968)




Este es uno de los discos sobre los que más ganas tenía de escribir cuando comencé este blog, sobre todo por lo injustamente olvidada que ha sido semejante joya.


Siendo sólo un mocoso de 17 años, Billy se las ingenió para convencer a Andrew Loog Oldham, manager de los Stones, para que le pusiera en nómina en su compañía INMEDIATE, al principio sólo como compositor de canciones para gente como Del Shannon o músico de sesión con los Small Faces, y más tarde grabando el album que nos ocupa, que fué editado en 1968 y pasó absolutamente sin pena ni gloria gracias a una carencia absoluta de promoción.


De oportunidades perdidas está el pop lleno y definitivamente esta es una de ellas, puesto que se trata de un disco de canciones mayúsculas, a cada cual mejor, y con unas posibilidades comerciales enormes, de haber gozado de la atención que merecía. De hecho, yo lo considero la respuesta más clara del pop británico al "Pet sounds" de los Beach Boys. Aunque no pueda competir con la genialidad ni la profundidad del trabajo de Brian Wilson, no está mal para un chaval de 18 años semejante ejercicio de pop soleado con tintes psicodélicos y melodías que rozan la perfección. Pocos discos del llamado "Sunshine pop" pueden vanagloriarse de estar a la altura de este, que comienza con el único tema no escrito por Billy, que da título al album y que sirvió como carta de presentación de éste en formato single. En ella se encuentran ya todos los elementos de lo que vendrá a continuación: coros angelicales, melodias suaves pero a la vez firmes, y la colaboración de Steve Marriott y Ronnie Lane, los dos Small Faces más ilustres. El resto del disco cabalga entre viajes psicodélicos tan accesibles como brillantes - "London Social Degree", "Portobello Road" o "Daytime Girl-; visitas al folk como "Come again" o "Question Mark"; y rayos de sol como "It brings me down" o la maravillosa "Feeling easy".
En resumen, una delicia como pocas. Un disco esencial de los sesenta cuya existencia desgraciadamente es poco conocida, incluso para los aficionados. Billy Nichols, después de que el disco viera la luz, se dedicó mucho más a la producción y a componer para otros que a hacer discos por su cuenta (apenas un par en más de 20 años). Una pena, pero ahí queda esta maravilla. Recuperarla debería ser casi obligatorio

miércoles, 20 de mayo de 2009

WILCO - "WILCO (THE ALBUM)" (2009)


Saldrá el próximo 30 de junio, pero como el grupo se ha dado cuenta de que ya hace tiempo que se puede descargar el avance del album por internet, han decidido colgar una versión para escucha legal en su pagina web.
Una vez escuchado, "Wilco (the album)" puede considerarse a simple vista como el disco más "amable" de los idem. Los adjetivos "comercial", "pulido" o, incluso, "previsible", acuden a la mente con facilidad. El disco está diseñado para gustar tanto al fan de Wilco como a los recién llegados, pero tiene un gran problema: todos los discos anteriores.
Wilco siempre, en mi opinión, de un modo u otro ha sabido sorprender. Cada uno de los discos ha ido siempre, para bien o para mal, un paso más allá del anterior. Siempre han estado buscando algo, y en discos como "Summerteeth", "Being there" o, sobre todo, "Yankee hotel foxtrot" lo encontraron con creces. Han creado discos esenciales para entender la música rock de nuestro tiempo y siempre se ha escuchado con atención lo que tenían que decir. Ahí está lo malo: en esta ocasión parece que la munición se ha agotado. Como su propio nombre indica "Wilco (the album)" es un intento de autorretrato mediante un ejercicio de estilo. Las canciones llaman a gritos a otras aparecidas en otros álbumes, perdiendo por el camino gran parte de la urgencia con que aquellas nos sorprendían. Una versión descafeinada de tiempos mejores que sólo consigue de vez en cuando un reflejo lejano de lo que "pudo llegar a ser".
No obstante, ya he dicho que este es un disco amable. Por lo tanto es agradable escucharlo. Wilco no serán geniales en esta ocasión, pero gran parte de las canciones son totalmente disfrutables. Si hay algo que tiene bien aprendido Jeff Tweedy es la forma de hacer una canción pop y aquí las habría mayúsculas, de no ser por los antecedentes. Abriendo con la bastante anodina "Wilco (the song)", en la primera parte del disco encontramos temas sobresalientes como "One Wing", la almibarada "You and I" ( a duo con la famosilla Feist) o el gran single del album "You never know", todo un homenaje a George Harrison. El recordatorio al Wilco "experimental" de los discos con Jim O'Rourke se zanja con "Bull black nova" y su final ruidista. Tampoco podemos olvidar a los Wilco más campestres, representados aquí con la bonita "Solitaire". El resto, canciones más o menos correctas e incluso sonrojantes como "I'll fight" o "Sunny feeling".
Es una pena: Wilco se han descafeinado. Nunca pensé que diría eso del que considero uno de los mejores grupos de rock de los últimos 20 años. A veces es necesario parar, o incluso caer para remontar el vuelo. Esperemos que sea el caso.

viernes, 8 de mayo de 2009

NEW YORK DOLLS- CAUSE I SEZ SO (2009)

Contrariamente a lo que cabía esperar vistas la mayoría de reuniones de grupos ancianos la de las muñecas de NY está resultando de lo más prometedor. Ello es debido principalmente a que la inyección de sangre nueva a la banda ha añadido la energía extra neceasria a los "vejetes" David Johansen y Sylvain Sylvain y, sobre todo, a que en absoluto están adoptando una actitud revisionista de un pasado influyente, que es lo que en principio espera cualquier aficionado a la banda, pero que a la larga es fácil que traiga como resultado la autoparodia.

Así pues, en este trabajo, tras la buena respuesta de "one day it will please us to remember even this" (premonitorio título, y toda una declaración de principios), lejos de complacerse en abusar de un tipo de rock and roll que ellos se tienen ya más que sabido, y pese a un comienzo engañoso con el single que da título al disco, excesivamente Hard rock y de sonido pulido para mi gusto, seguida de un "Muddy bones" marca de la casa, el disco se introduce de lleno en los medios tiempos en la mejor tradición americana y en la lisergia más expeditiva. Canciones de factura dulce como la mayúscula "Better than you" , "Lonely so long" , "Temptation to exist" o la otoñal "making it rain" se mezclan con la psicodelia más pantanosa de "My world" , "Drowning" o las más rhythm and blues "Ridiculous" o "Nobody got no bizness". Incluso se permiten el lujo de reírse de sí mismos haciendo una versión reggae de su clásico "Trash" realmente divertida y para nada gratuita.

El disco acaba como empieza, con todo un trallazo de Rock and Roll llamado "Exorcism of Despair" que demuestra que aún les quedan muchas balas en la pistola y deja un gusto exquisito, lo cual me lleva a decir, aunque suene a tópico, que en este caso el buen vino sí mejora con los años. Como deben sonar estos temas en directo! no veo la hora de que vuelvan por aqui
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jueves, 7 de mayo de 2009

HOWLIN' WOLF- "HOWLIN' WOLF" (1962)


Poco podía Arthur Chester Burnett, más tarde conocido como "Lobo aullador", cuando trabajaba como granjero en Mississipi, que el diablo que tenía metido dentro le encumbraría como una de las referencias básicas del blues de Chicago -el blues eléctrico- y, sobre todo, que llegaría a alumbrar esta obra de portada tan representatíva, una de las cumbres del género.


Apoyado por lo mejorcito de la escudería de la compañía Chess records y con el arma mortífera de las composiciones del grandísimo Willie Dixon, este "album de la mecedora", como es más conocido, despliega una lección magistral de blues tocado con las tripas y cantado por un hombre en el cénit de sus posibilidades vocales (o de sus aullidos).
Plagado de clásicos como "Wang dang Doodle", "Shake for me", "Back door man", "Little Red Rooster" o "Spoonful" y con unas letras con muchas más referencias sexuales de las que eran deseables en la época (la citada "Back door man" habla con poco tapujo sobre el sexo anal, por ejemplo) y con una actitud en su ejecución que se nota influida por la visión del blues que el rock and roll ya había impuesto en esos años. Son canciones que sudan, se arrastran, tiemblan y se infectan, sin dar cuartel al que las escucha.
Sin duda, ell disco supuso una de las influencias básicas de los jovenes de la British invasion y su respuesta americana: Rolling Stones, Cream, Animals o Doors versionearon una, o varias, de las canciones de este album elevándolas a la categoría de clásicos imperecederos. Y es comprensible: pocos discos de rock and roll consiguen la tensión y excitación que rezuma este trabajo, uno de los más importantes en la historia tanto del blues como del rock and roll.
De adquisición obligada, por supuesto.

jueves, 16 de abril de 2009

WAU Y LOS ARRRGHS!!!!- ¡¡¡VIVEN!! (2009)


Parece mentira que en una ciudad que, salvando algunas excepciones, es lo más soso para el rock and roll que puedas imaginar, aparezca una de las bandas de garage punk en español más tremendas de las últimas décadas y que acaben de editar un disco tan descomunal como éste.


Tras una inactividad de varios años que siguió a la edición de su primer disco "Cantan en español", esta panda gamberra y beoda vuelve a juntarse en los estudios "Circo Perroti" de Gijón, propiedad de Jorge Explosión, y bajo la batuta de éste y de Mike Mariconda (Raunch Hands-Devil Dogs) han parido una colección de canciones, algo más suave en sonido que su anterior vómito vinílico, pero para nada domesticada, circunstancia de la que algunos gañanes les han querido acusar.


Influenciados por bandas tan románticas como los Saicos, Los Salvajes, Los Sonics o Los Wailers en "¡¡¡viven!!!" nos revientan los tímpanos con tonadas de garage punk furioso como "Delincuente", "Copa, raya, paliza", "La cueva" o "Viva Link Wray" (impagable la frase "no se dice adiós se dice alinkwray") que se mezclan con algunos retazos de beat algo más amable, si es que ese adjetivo se puede utilizar en referencia a estos degenerados, como "Bli Blu Bla", "Piedras" o la versión de los Mockers "No mientas más".


Ese sonido cavernoso, los aullidos de Juanito, las atronadoras baterías de Mr. Fletán y las salvajes guitarras de Juan Molongui hacen de éste uno de los discos de rock and roll del año. Obligatorio adquirirlo a la mayor brevedad posible y en vinilo si se puede, pero sobre todo será imperdonable si os los perdeis en directo el próximo dia 30 de abril en la sala Wah Wah. Quedais avisados.

jueves, 2 de abril de 2009

PIXIES - BOSSANOVA (1990)

Incluyo este disco dentro de la etiqueta "olvidados" porque me parece injusto que sea el trabajo de los Pixies que menos aparece mencionado cuando se habla de la discografía de los de Boston. De acuerdo que "Surfer Rosa" y "Doolitle" representan dos alardes de genialidad y tienen un peso fundamental en la forma de entender el rock en la actualidad, pero "Bossanova" es una colección de canciones mayúscula elaborada por un grupo en plenitud de facultades tanto sónicas como compositivas.


Seguramente la pega que se puede achacar es que este es el disco "comercial" de los Pixies. El disco en el que más acentúan su lado pop y en el que despliegan un sonido más anclado en el mainstream, con la producción de Gil Norton. ¿Es eso malo?. En mi opinión en absoluto, puesto que esta es una colección soberbia de canciones en la cual no existen fisuras. Desde el inicio con el tributo a la Surf music que es "Cecilia Ann" (versión de los Surftones), encontramos momentos de pop delicado como "Havalina" o "Anna" (estamos ante uno de los álbumes con más canciones con nombre de mujer como título), rock directo de factura radiable como "Rock music" , "Down to the well" o "Hang wire" y, sencillamente, singles perfectos como "Allison", "Velouria" o mi debilidad, que es "Dig for fire".

Si se trata del álbum favorito de Black Francis, algo tendrá. Se impone una reescucha!

miércoles, 1 de abril de 2009

NEIL YONG - FORK IN THE ROAD (2009)




En el año en que Mr. Young visitará el Primavera Sound, edita este nuevo trabajo inspirado en los viajes que con su Lincoln Continental eléctrico ha realizado por las vastas carreteras estadounidenses. Un disco de tono blues, saturado de electricidad, que no dice gran cosa en una primera escucha, pero que va ganando enteros a medida que se profundiza en él.
Sin llegar a igualar logros anteriores, estamos ante una obra bastante superior al menos a su anterior "Chrome Dreams II" -disco en mi opinión bastante irregular- que recupera la sonoridad de clásicos como "Ragged glory" o, sobre todo, "On the beach", disco al que me recuerda mucho, no tanto en el tono deprimente como en la sonoridad de unas canciones muy basadas en ritmos de sincopado Rhythm and Blues que forman un conjunto de tonalidad perezosa y oscura, aquí con la novedad de unos coros multitudinarios que ya puso en práctica en el disco "Livng with war" y que aquí adquieren dimensión de angelicales, en contraste claro con el sonido crudo de las guitarras. Las dos canciones que abren el disco "When worlds collide" y "fuel line" cumplen con ese sonido, aunque dejan bastante frío y no es hasta la llegada de la maravillosa "Just singing a song" en que el disco toma impulso verdaderamente, siguiendo con el single "Johnny magic", de lo más garagero y divertido del disco y continuando en esa línea imperturbablemente, exceptuando los dos momentos lentos del disco en los que Neil realmente recupera su cara lírica y genial: "Off the road", donde los coros de los que hablaba adquieren un protagonismo que los eleva a las alturas, así como la que es para mí la joya del disco: "Light a candle", canción acústica con arreglos country y ese susurro acariciante que sólo su voz puede lograr. El disco se cierra con la guarrona canción que da título al disco, una suerte de "spoken word" sobre un manto de guitarra grestch saturada de distorsión con una letra de lo más delirante y repleta de vocabulario digamos "poco elegante", lo cual es general en casi todo el disco y por ello ha resultado premiado con la etiquetita de "parental advisory" en la portada. Neil peina ya muchas canas, pero sigue haciendo lo que le sale de los cojones y eso es muy de agradecer.

martes, 24 de marzo de 2009

SOLOMON BURKE - ROCK AND SOUL (1964)



Segundo disco en estudio de este grande, tanto en tamaño como en talento, de la Soul Music. Una de las voces pioneras más potentes de la música negra de los Estados Unidos que ha sido influencia esencial para todo tipo de músicos, pues entre sus legiones de rendidos admiradores se encuentran Van Morrison, Tom Waits, Elvis Costello o Brian Wilson, sólo por citar algunos.

Aclamado por un locutor de radio de Baltimore como "el rey del Rock and Soul", Solomon le toma la palabra y titula así su segundo disco para Atlantic Records, el cual es un compendio de los ingredientes sónicos que forjaron su estilo: un poco de balada profunda, un poco de soul saltarín de tintes latinos, un poco de blues y un poco de country del de toda la vida. Encontramos aquí varios de sus primeros clásicos como su primer single "just out of reach of my two open arms", la grandísima "Cry to me" o la profunda "Goodbye Baby". También canciones menos conocidas, pero no por ello menos enormes como las jolgoriosas "Won't you give him one more chance" o "Hard, ain't it hard", la bluesera "You're good for me" o la emocionante relectura del clásico country que hizo popular Jim Reeves: "he'll have to go".

Toda una lección de música popular americana que merece ser paladeada lentamente para ser disfrutada. Como todo lo bueno.

lunes, 23 de marzo de 2009

BLACK BOX RECORDER - ENGLAND MADE ME (1998)


Black Box Recorder se formó por el genial Luke Haines, líder de los nunca sufiecientemente ponderados Auteurs, John Moore, que fue miembro de Jesus and Mary Chain, y Sarah Nixey. El grupo grabó tres discos, de los cuales este es el primero. Un disco marcado por la crítica ácida y oscura a la sociedad inglesa, algo en lo que Haines ha profundizado sobradamente a lo largo de toda su obra, a través de unas canciones de pop oscuro y de sonoridad densa que nos mecen llevados por la suave voz de la Nixey. Una auténtica joya oculta del pop inglés de los 90 y para mí uno de los mejores discos de esa década. Una pena que haya caído tanto en el olvido. Temas como el que títula el disco, "New Baby boom", "Child Psychology" o "Up town top ranking" merecerían estar en el cancionero británico al lado de lo más granado de su música popular y, desde luego, muy por encima de casi todo lo que se produjo bajo aquella "brillante" etiqueta de "Brit pop". Esto si que es Pop británico, pero de verdad. No hay más que ver el título del disco.

Un gran grupo por derecho propio que hace ya tiempo que no editan nada, pero que parece que sigue tocando de vez en cuando. A ver cuándo dan una sorpresa y sacan algo nuevo. Su originalidad y vigencia está fuera de toda discusión. De momento, merecen que por lo menos los recuperemos un poco.

viernes, 13 de marzo de 2009

DEATH- FOR THE WHOLE WORLD TO SEE (1975-2008)

Más un ejercicio de justicia que un disco propiamente dicho, "For the whole world to see" es el trabajo nunca editado de Death, un trío formado por los tres hermanos Hackney, de color y procedentes de Detroit, que puede considerarse como el eslabón perdido entre los Mc5, los Stooges y Alice Cooper: la joya perdida del sonido detroit.

Grupo tremendamente comprometido políticamente, sólo llegaron a editar un single:"Policians in my eyes" (el título lo dice todo), que llegó a llamar la atención de Clive Davis, el capitoste de columbia records, el cual intentó ficharlos bajo la condición de cambiarles ese nombre tan poco comercial que tenían. El grupo, en un ejercicio de honestidad casi brutal, rechazó tamaña oferta haciendo gala de una actitud tremendamente punk que muy pocos serían capaces de tener y siguió su camino, mudándose de Detroit para probar suerte en Nueva Inglaterra, lo que desgraciadamente no ocurrió y la banda se separó cayendo totalmente en el olvido. Es lo que tiene llamarse Muerte, ser negro y hacer rock and roll guarro en la américa conservadora de los años 70.

El sello Drag City en un ejercicio de arqueología musical sin precedentes descubre al mundo esta maravilla compuesta por siete temas que datan de 1974 - los dos que conformaron su único single y cinco más que quedaron grabados- que hará las delicias de cualquier aficionado al high energy rock and roll al estilo de los más salvajes Mc5 y que demuestran que la banda mereció mejor suerte y llegar a ser considerada como uno de los pilares del nacimiento del punk americano. Trallazos como "Rock and roll victim", "Freakin' out" o "Where do we go from here" merecen la calificación de auténticos clásicos y, como decía al principio, es todo un ejercicio de justicia que por fin se puedan escuchar.

miércoles, 11 de marzo de 2009

BLACK SABBATH- VOL 4

Es difícil elegir uno sólo de los 6 primeros discos de los Sabbath. Yo quizá me quedaría hoy con éste porque sencillamente es bastante variado y lo he recuperado hace poco.

Se trata, como su propio nombre indica, del cuarto álbum de una banda que se encontraba en pleno apogeo, tras el éxito de discos como "Paranoid" o "Master of Reality" y supone una especie de disco experimental con respecto a estos anteriores, incorporando sonoridades y texturas nunca antes empleadas por el grupo.

La apertura de este trabajo resulta apabullante, con la extensa (8 minutos) "Wheels of Confusion", una especie de sinfonía de heavy metal con mil cambios de ritmo; y con lo más parecido a un single que tiene el disco: "Tomorrow's dream". Tras ellas encontramos todo un crisol estilístico que comienza con la balada (casi soul!) "Changes", preciosa melodía que nos descubre a un Ozzy Osbourne casi crooner, siguiendo con hits marca de la casa como "Snowblind" (dedicada a la afición galopante de los chicos por la "nieve") o "Cornucopia". Aparte de esto, encontramos momentos de éxtasis freak como "fx", básicamente un pasaje de efectos de estudio pensados para poner nerviosito al oyente mientras espera con desespero la siguiente canción, o la pieza casi clásica "Laguna Sunrise", en la que Iommy se luce con la guitarra acústica. El disco lo cierran dos trallazos: "St. Vitus Dance" y el tipico aquelarre sabbatero: "Under the sun", que te dejan con el tick permanente de sacudir la cabeza mientras haces cuernos con la mano (o con las dos, depende del entusiasmo).

Clásico.

martes, 10 de marzo de 2009

THE CURE- FAITH (1981)


Yup! hoy hacía un día espléndido y he decidido oscurecerlo oyendo este disco mientras volvía a casa del trabajo. Lo he conseguido...


Tercer disco de la banda de Robert Smith, que acababa de pasar a ser un trio, y capítulo central de lo que se ha dado en llamar "La trilogía gótica" dado que se encuentra entre "17 seconds" y "Pornography". Se trata de un trabajo marcadamente denso en cuanto a planteamientos y sonido, cuya idea central es la pérdida de la fé. El bueno de Robert llegó incluso a visitar con asiduidad la iglesia para inspirar la composición de los temas que darían forma a un trabajo que se grabó en un estado avanzado de embriaguez y de mal rollo y que toda persona que alguna vez en su vida haya lucido pelo crepado, pintura en los ojos y rimmel negro en los labios debe tener como disco de cabecera.


Es el lp en el que la banda por fin encuentra el sonido por el que será recordada, un sonido atmosférico y casi gaseoso, unicamente alterado en un par de momentos de aceleración cuasi-punk: "doubt" y "primary", gracias a la cual, la utilización del pedal "flanger" ya nunca volvería a ser igual (más para mal que para bien). El resto lo componen auténticas sinfonías de oscuridad como son "The Holly hour", la soberbia y depresiva "Faith", la onírica "The funeral party", o "The drowning man", siendo estas dos últimas canciones la antesala de otro de los mejores trabajos del grupo: el magistral "Disintegration".


Así pues, un disco a recuperar con nostalgia de quince años y borrachera siniestra. Y un grupo que hace mucho, mucho que debería pertenecer sólo a la historia.

viernes, 6 de marzo de 2009

JEREMY JAY - A PLACE WHERE WE CAN GO + SLOW DANCE






Esta es la primera entrada doble del blog. Y lo es porque son los dos discos que tiene en la calle este tipo, Jeremy Jay, que me tiene rotundamente alucinado. Si tuviera tres, la entrada hubiera sido de tres.


Estos dos discos han aparecido en un espacio corto de tiempo: entre 2008 y lo que llevamos de 2009. Y atraen tanto por su originalidad como por lo diferente, dentro de un mismo estilo, de la propuesta de cada uno.A place where we can go, el primero, es un disco tremendamente romántico y lirico con un sonido perezoso y atractivo desde el primer minuto. Recuerda a un Bowie con una carga lisérgica digna del loco de Syd Barrett. Es un atractivo naïve que ya desde las dos primeras y grandísimas canciones: "Heavenly creatures" y "Beautiful rebel" enamora tanto por su sencillez como por su volatilidad, no exenta de sensibilidad pop- rock, como demustran las más movidas "Escape to aspen" o "Hold me in your arms tonight".


Slow Dance, el segundo disco de este californiano de título más que apropiado, supone un paso adelante estilísticamente hablando. Jeremy ahora hace música más para bailar. Para bailar raro, pero para bailar en definitiva. Con un sonido mucho más deudor de la nueva ola y más elaborado nos regala temazos como "In this lonely town", "Gallop", la canción que titula el disco o "Will you dance with me", canción que entronca más con su anterior disco. El disco lo cierra una debilidad personal: "Where could we go tonight", maravilla que no puedo parar de escuchar.
En definitiva, toda una sorpresa y un tipo muy a tener en cuenta en tiempos venideros. Parece que viene a España a tocar pero, como no, no pasa por Valencia. Mierda de ciudad...

jueves, 5 de marzo de 2009

DR JOHN - IN THE RIGHT PLACE


Dr. John, alias Mac Rebbenack, aclamado pianista y compositor de Nueva Orleans, en este su sexto disco de estudio se despega de las liturgias pantanosas a modo de ceremonia vudú por las que se hizo famoso en sus inicios y entrega un album mucho más comercial, también de raices negroides, pero en esta ocasión mucho más funky. De hecho, para hacerlo se alía con los Meters, grupo también de New Orleans, considerado como uno de los pilares de este estilo de música.
El resultado es un disco lleno de melodías saltarinas que incluye dos hits de su repertorio: el funk "Right place, wrong time" y la pegajosa melodía de "Such a night", una especie de ragtime. Además de los singles, encontramos maravillas de ritmo caliente como "Qualified" o "Peace brother peace", soul tarareable en "Travelling mood" (una melodia silbada que se pega como una lapa) o la esplendorosa "Cold Cold Cold", medios tiempos en " Just the same", y el momento vudú de rigor en "I've been hoodood". Toda una lección de maestría compositiva en el que podríamos considerar, junto con "Gris Gris" (del que ya hablaremos) el disco más representativo y recomendable del doctor.

miércoles, 4 de marzo de 2009

NEIL YOUNG - AFTER THE GOLD RUSH (1970)

Tras la noticia de la inminente actuación de Mr. Young en el Primavera Sound, la cual acudiré a ver en peregrinación cuasi-religiosa, no puedo por menos que incluir en el blog este grandísimo disco de los inicios de su carrera en solitario.

"After the gold Rush" es su primer triunfo como cantante en solitario, tras su participacion en Buffalo Springfield y CSN&Y (coetánea en el tiempo con el disco) y para mí sigue siendo mi favorito. Entre este disco y el anterior ("Everybody knows this is nowhere")encontramos el manual del estilo que le ha caracterizado desde entonces: esa dualidad entre calma acústica cuasi-country y tempestad eléctrica desatada. También encontramos aquí a los músicos que más frecuentemente le han acompañado: Billy Talbot, Ralph Molina y el malogrado Danny Whitten, es decir, le formación de la época de Crazy Horse, como también colaboradores de renombre como Stephen Stills, su compañero en los Buffalo y en CSNY, o como el gran guitarrista Nils Lofgren.

En contraposición a su anterior entrega, aquí el tono es en general bastante calmado y melancólico ya desde el principio con "Tell me why" y la canción que titula el disco, así como "Birds" o la deliciosa "Cripple Creek Ferry", que lo cierra. No obstante, estamos ante un disco muy variado en el cual encontramos momentos incluso de pop, com "Don't let it bring you down", "Only love can break your heart" o "I believe in you", así como aisladas descargas eléctricas marca de la casa como "When you dance i can really love" o el clásico "southern man". Incluso encontramos un rendido homenaje a las raíces country, tan presentes en su obra, con la versión de la canción de Don Gibson "Oh lonesome me", casi superior a la original.

En resumen, si existe un disco de Neil Young que los resume todos, es éste en mi opinión. La cual es discutible, claro está, pero seguro que a nadie disgustará hacerse con una copia de este bonito vinilo de carpeta doble y portada memorable. El abuelo en estado puro.

martes, 3 de marzo de 2009

BUDDY HOLLY - BUDDY HOLLY LIVES (RECOPILACION)


Lo mejor para acercarse a un clásico del rock and roll, casi siempre suele ser hacerse con un buen recopilatorio de singles. En un dia tan señalado como el 50 aniversario de su muerte (el dia en que la musica murio, según palabras de Don McLean) escojo esta recopilación, sólo existente en vinilo, con un título de lo más adecuado. En ella se encuentran todos los clásicos que hicieron populares Buddy Holly y sus Crickets, como "Rave on", "Peggy Sue", "Oh boy" o "That'll be the day", junto con otras que, si bien no fueron tan famosas en su época, el tiempo y las versiones de otros artistas han elevado a la categoría de clásicos indiscutibles. Tal es el caso de "Words of love", versioneada en su día por los Beatles, para los cuales Holly era una de sus principales influencias, "it's so easy", "well...alright", o "Heartbeat". Todas las canciiones aquí incluidas son joyas del mejor rock and roll clásico, del cual Holly escribió una de sus páginas principales, pues fue el primero en convertirlo en pop, y en eso se basaron los Beatles y todos sus coetáneos para lo que vendría después.

DUSTY SPRINGFIELD - DUSTY IN MEMPHIS (1969)


Siempre he sido fan de las cantantes femeninas de los 60, en grupo o en solitario, y de todas ellas Dusty es mi favorita. Este es, sin duda, su mejor disco. Grabado en los míticos American Studios de Memphis, con producción de los reputadísimos Jerry Wexler y Tom Dowd, y una caterva de instrumentistas y coristas de lo más granado del soul sureño. Dusty es una extrangera en tierra extraña pero sabe aclimatarse a la perfección. Si bien toda su carrera había sido una sucesión de (grandes) hits de pop suave y acaramelado, la diva apostó en esta ocasión por canciones más intensas, revestidas de arreglos sudorosos de cuerda y viento. La composición corre a cargo de lo mejorcito del Brill Building y alrededores. Están Barry Mann y Cinthia Weill, un joven Randy Newman, los habituales Burt Bacharach y Hal David, y Gerry Goffin y Carole King, que se llevan la palma con cuatro temazos. Además de la archiconocida "son of a preacher man" (de John Hurley y Ronnie Wilkins) encontramos joyas pop como "don't forget about me" o "just one smile", soul descarnado como "just a little lovin" o "breakfast in bed" y tragedias de tres minutos como "I don't want to hear it anymore" o "In the windmills of your mind", que hacen de éste un disco absolutamente imprescindible para entender el pop de la década dorada. Aquí las chicas tomaron el poder.

THE KINKS - SOMETHING ELSE (1966)


Mi disco favorito de toda la vida. Una pieza de orfebreria pop y una lección de como hacer canciones mayúsculas e integrarlas en un todo lleno de coherencia. Un retrato nada amable de la encorsetada y llena de convencionalismos sociedad británica, en la que Ray Davies no deja títere con cabeza. Desde los momentos más pop como "David Watts", que abre el disco, "Two sisters", "Love me til the sun shines" o "situation vacant", hasta los momentos llenos de lírica y melancolía que ofrecen "No return", "Death of a clown" o "Waterloo sunset" (canción esta última que por sí sola ya eleva este trabajo a la categoría de imprescindible) asistimos a un ácido imaginario del costumbrismo típicamente Inglés que ha servido de influencia a grupos como The Jam o Blur. En definitiva, una lección magistral de pop que incluso se anticipa a la psicodeia venidera y que exhibe una visión musical tan personal como llena de genialidad. Un disco alejado de la vanalidad de la mayor parte del pop que se hacía en la época y lleno de ideas inteligentes.

SOLERA - SOLERA (1973)


Este es un disco que descubrí hace un par de años y desde entonces se ha convertido en mi disco favorito de Pop español. El grupo solera se formó por Rodrigo García y José María Guzmán (que posteriormente formarían Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán) junto con los hermanos Martín. Sólo ediaron este disco antes de separarse, que pasó sin pena ni gloria, pero hoy es un disco de culto considerado una joya rotunda del pop patrio. Esta lleno de diamantes de 3 minutos con letras agudas, algo sociales y en definitiva propias de la época del fin de la dictadura, aunque musicalmente aquí no hablamos de canción de autor ni, protesta ni nada de eso, sino de pop al más puro estilo californiano. Una suerte de Crosby Sitlls Nash and Young castellanos, con un cancionero que roza la perfección, tal y como lo demuestran "noche tras noche", "una singular debilidad" (la visión del mundo gay de la epoca!) o "las calles del viejo París". De obligada escucha.

BIG STAR - RADIO CITY (1974)


Los origenes inmediatos de lo que después se llamaría "Powerpop" son así de simples: guitarras afiladas y marchosas junto con melodías almibaradas a-la-beatle. Esta fórmula, que parece sencilla, jamás ha conocido versión superior a la contenida en este "Radio City", en el que Alex Chilton y Jody Stephens, únicos supervivientes de la formación que grabó el anterior disco (#1 record) generan canciones rotundamente sencillas y melódicas, aunque no carentes de sofisticación: el sonido de las guitarras y arreglos constituye un punto y aparte en el rock de los 70. Un sonido que fue incomprendido en su época, pero sería reivindicado desde los años 90 por grupos como Teenage Fanclub. Encontramos aqui temas inolvidables como las suaves y poperas "September gurls" o "you get what youdeserve", las más rockeras "She's a mover" o "Oh my soul" y una debilidad personal: "I'm in love with a girl", pieza acústica y suave que deslumbra por su sencillez.

THE GUN CLUB - FIRE OF LOVE (1981)


Este disco, uno de los más representativos de lo que se dió en llamar "Nuevo rock americano", nos presenta un grupo que enraizado en el blues del delta del mississipi más pantanoso, el rock and roll de garage de los sesenta y el punk más salvaje, logrando con el cocktail un sonido urgente y guarro a más no poder que lo hace esencial para cualquier amante del auténtico rock and roll. Jeffrey Lee Pierce y sus secuaces tuvieron una carrera medianamente larga aunque rara vez alcanzaron las cotas que logró este su primer disco. "Sex Beat", "She's like heroin to me" (pedazo título) o la versión de Robert Johnson "Preachin the blues" así lo demuestran.

THE PAINS OF BEING PURE AT HEART (2009)


Banda de NY que tiene muy bien aprendido el legado "shoegazer" que dejaron grupos como Cocteau Twins, Wedding Present, Smiths, Pastels, Stone Roses o My Bloody Valentine. Aquellos eran tiempos en que la palabra "independencia" tenía un sentido, estos tiempos no son asi, pero está bien que se reivindique aquel sonido sobre todo si se hace con tanta gracia como lo hacen TPOBPAH. Singles a discrección en un disco que ni aburre ni deja nada indiferente.

THE (ENGLISH) BEAT - I JUST CAN'T STOP IT (1980)


Este disco de 1980 está entre lo más grande del revival de ska que tuvo lugar a finales de los 70 y principios de los 80 en gran bretaña. Formado, como era habitual en estos casos, por jamaicanos y británicos, no deja de tener raíces de género (ska, rocksteady, reggae) pero las canciones se benefician de la herencia del reciente punk que las hace despegar de forma violenta y divertida a la vez. Prácticamente todas las canciones son geniales, con melodías infecciosas y tremendamente bailables. Un verdadero descubrimiento este disco que no paro de escuchar últimamente. Y "mirror in the bathroom", la cancion que lo abre, es un hit de los que no se olvidan

THE SMITHS - FIRST ALBUM (1984)


Acaban de cumplirse 25 años de la edición del primer album de uno de los grupos británicos más importantes de los últimos 20 años, The Smiths, capitaneados por Morrissey y el genial guitarrista Johnny Marr. Si bien no estamos ante su disco más representativo sí que es un Lp rompedor con todo lo que se hacía hasta ese momento en el pop inglés (la mayoría pastiches tipo Paul Young). Mucho más oscuro en sonido que los demás discos que le sucederían en la carrera del grupo, lo cual se aprecia desde la magistral portada, sacada de la película "Flesh", las historias de que nos hablan las canciones comunican una melancolía fruto de la insatisfacción y del sentimiento de saberse un inadaptado. Los Smiths representaron mucho más que un mero grupo de pop "indie", fueron toda una religión y una actitud para sus seguidores que veneraban a Morrissey como si fuera el Papa. Este disco inició ese culto e influyó en mucho, mucho, de lo que vino después. Por ello merece un lugar de honor en cualquier discoteca que se precie. Pueden haber pasado 25 años, pero no se puede sonar más actual.

BEACH BOYS - PET SOUNDS (1966)


¿Que puedo decir?. No se puede inaugurar una lista de discos sin este. Ni, en mi modesta opinión, puede entenderse el pop sin haberlo oido. Brian Wilson derrochando genio, y sobran las palabras.

THE WAVE PICTURES - INSTANT COFFEE BABY (2008)


Grandísimo disco. El último descubierto en 2008. Esta banda de New York, con una mezcla de Smiths, Violent Femmes y Vic Goddard sabe regalarnos anciones frescas como polos de limón con letras surrealistas e inteligentes que suenan a hit subterráneo. Todo un hallazgo para el que busque diversión-no-mongola.